22/02/2019
¡Buenos días!
En este post me gustaría comentar algunas de los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de elaborar una rúbrica y cómo me he enfrentado yo misma a esta tarea.
Una rúbrica es un instrumento de evaluación que nos permite valorar las tareas que realizan los estudiantes para poder identificar su nivel de competencia lingüística.
Para elaborar una rúbrica debemos tener en cuenta unos criterios estandarizados para la redacción de os descriptores. Los enunciados deben formularse positivamente y deben reflejar el alcance de la producción del estudiante, es decir, no deben centrarse en lo que no se consigue producir. Además, debemos tener en cuenta la precisión y la claridad de los enunciados para evitar la posible ambigüedad y la brevedad con el fin de limitar la extensión de los descriptores y facilitar la lectura de estos. La independencia de cada descriptor permite también facilitar la evaluación y la acción de puntuar cada punto que incluye la rúbrica, sin que esto afecte a los otros puntos establecidos, de modo que no afecte a la validez ni a la fiabilidad.
En este caso, nos centraremos en las rúbricas de la expresión escrita dentro de un nivel B1, según el MCER. Para su elaboración se ha seguido en la medida de lo posible los criterios anteriormente mencionados, además de establecer diferentes categorías que incluyan todos los puntos posibles a evaluar en dicha destreza.
Las categorías que se han empleado son: valoración global, corrección lingüística y aspectos lingüísticos. La primera recoge la adecuación, precisión, coherencia y cohesión, organización de la información, entre otros aspectos que afectan a la totalidad del texto. La segunda, se centra en la corrección lingüística, los errores cometidos, sea cual sea su naturaleza. La tercera incluye el alcance del nivel lingüístico del alumno, la complejidad de las estructuras gramaticales empleadas y del léxico que presenta el texto, además del uso de conectores.
Para evaluar todos las categorías se ha creado una tabla en la que dentro de cada una de las estas se subdivide en diferentes puntuaciones (4-5, 3, 1-2, 0 puntos respectivamente). Cada rango de puntuación se asocia a un descriptor, en el que se indica qué competencias debe mostrar el estudiante para poder asignarle los puntos correspondientes.
¡Hasta pronto!
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